Si bien no hay estadísticas oficiales, en los últimos meses, bicicletas, baterías y garrafas, se ubican en primer lugar en los robos diarios en la ciudad.
Mucha gente que utiliza su bicicleta como medio de transporte, al quedarse sin ella, además de publicar fotos y pedidos en las redes sociales, inicia su propia búsqueda con algunos datos que puede obtener de posibles sospechosos del robo o bien del comprador de la misma.
Este miércoles por la mañana, el propietario de una bicicleta rodado 26, todo terreno, marca Raleigh, de color blanca, reconoció el rodado que denunció como robado el pasado 6 de junio. La bicicleta estaba apoyada en la reja de un kiosco en 25 de Mayo al 1600 y el hombre no dudó en llamar a la policía.
Los funcionarios se entrevistaron con quien decía ser su dueño y este, un hombre de 45 años, manifestó que la había comprado de buena fe hace poco tiempo. La bicicleta tenía aún el número de cuadro inscripto, y el propietario que denunció poseía los papeles de la misma, además de algunas particularidades que había detallado en la denuncia y que se pudieron comprobar al revisarla.
La fiscal Carolina Costa ordenó el secuestro de la bicicleta y el inicio de expediente para determinar la responsabilidad de quien tenía en su poder el rodado.
Mientras tanto, cerca de las once de la mañana, un hombre que ingresó a la Municipalidad, dejó afuera su bicicleta y al salir la misma ya no estaba. Minutos después y cerca del lugar, un joven de 19 años fue visto transportando la bicicleta verde que el hombre reclamaba, por lo que quedó detenido en Jefatura a espera de resolución judicial.
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